La Clota

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Relato de los hechos:

Es mediodía  y mi puerta es golpeada con violencia. Se oyen voces y el tiempo empieza a acelerarse. Salgo por la ventana que da a la calle sabiendo que no son amigxs lxs que están llamando. Aparecen en primer plano tres maromos corpulentos, rapados y puedo ver otros cinco o seis desplegados a lo largo de la calle. El identificado como Daniel Esteve, de forma muy hostil, comienza a hablarme y a decirme que abra la puerta de casa, que vienen a hacer reformas, saca unos papeles y los apoya sobre el alfeicer de la ventana. Es más que evidente que estos tipos no son albañiles. Me señala un supuesto permiso de obras, le digo que no tengo nada que hablar con ellos, que no voy a abrir, que hay un proceso judicial abierto y que las vecinas no dejaremos nuestras casas hasta que lo diga una sentencia judicial. Me dice que me calle, que le escuche, está muy alterado. Dice que van a entrar hoy para hacer reformas en las zonas comunes del edificio y en varios pisos que pertenecen a la inmobiliaria.

En ese momento, aparece una vecina de otra finca y me pregunta que está pasando. Le digo son matones, me pregunta si llama a gente para darnos apoyo le digo que sí. El matón sigue gritándome para que abra inmediatamente la puerta, cierro la ventana. Me junto con una amiga que vive en el edificio y me comenta que le han dicho que son policías y le han enseñado una placa falsa (Daniel Esteve). Nos ponemos de acuerdo para apuntalar las puertas.

Desde las ventanas de los pisos superiores vemos 11 maromos desplegados por la calle a lo militar. Vemos también a varias vecinas y amigas defendiendo nuestras puertas.

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Vecina:

Mediodía. He madrugado para hacer recadillos, y voy con la moto contenta de que llego a mi barrio, a la tranquilidad de La Clota que dista tanto del estrés de las calles de Barcelona.

Entro en el barrio y al principio de todo de la calle hay un grupo de tres o cuatro personas que no pegan, que parece que vengan de un rodaje o de una tienda de moda de segunda mano del gentrificado barrio del Raval.

Giro la curva y veo en medio de la calle un grupo de 14 o 15 hombres de gimnasio, rapados en su mayoría y vestidos de negro. Me acerco y veo que mi vecina está hablando con uno de ellos, que tiene una carpeta en la mano. Freno un poquito y parece que se me echen encima. Bloquean la calle. Parecen neonazis. Mi vecina me dice que llame a gente para que nos apoye y cierra la ventana. Aparco la moto y empiezo a llamar, ellos son muchos y están sacando herramientas de una furgoneta. Vuelvo andando, paso a través de ese grupo de señores mazados y me quedo en la puerta de mi casa. Les saco una foto para mandar un mensaje. Viene uno de ellos, Daniel Esteve, a decirme que quiere hablar con nosotras. Le digo que yo no vivo en esa casa y me dice que van a tirar la puerta abajo. No le contesto. Hay un señor detrás suyo que es aún más grande, si cabe. No habla conmigo pero maneja los hilos(camisa azul). Llegan dos vecinas más. Llegan los mossos, y el chico modernillo, el señor que maneja los hilos, el de la carpeta y los mossos empiezan a hablar.

Uno de los esculturistas está grabándome sin parar con el móvil. Hay otro que me graba, y cuando para otro le dice que no pare y que haga el favor de hacer su trabajo. El señor que graba lo hace durante todo el rato que están ahí los matones. Llegan los mossos y empieza la segunda parte. Mossos, chico moderno de camisa de cuadros (camisa roja) y matón que maneja los hilos están todo el rato juntos, en la curva.

Una vecina les comenta que no son los propietarios y le responden frases del tipo ahora vas a ser tú la lista. Vecinas y matones se gravan mutuamente en video y se toman fotos. La presencia de Desokupa en la Clota corre por las redes sociales y mucha gente viene a darnos apoyo.

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Habitante de la casa:

Llamo por teléfono al propietario actual del inmueble y le explico la situación. Me dice que está muy arrepentido de haber firmado el acuerdo con MPK, que le han estafado, que son unos cabrones y que aunque aún no está cerrada la venta le ha dicho un abogado que  no puede echarse atrás. Me da ánimos y me dice que nos cuidemos.

Van llegando gente para apoyarnos, cada vez somos más y ellos menos. Nos hacemos conscientes de que tenemos a la empresa desokupa frente a nosotras porque hay compas que los reconocen de otras actuaciones.

A través de una ventana hablamos con la policía que acaba de llegar, la han llamado ellos. Los agentes quieren entrar al edificio para certificar qué pisos están habitados y cuáles no. Parece que están de su parte. Les digo que por si no se han dado cuenta los señores que han venido no son albañiles, que hacen pinta de matones y que no vamos a dejar que nadie entre en el edificio por nuestra seguridad. Les informo de que hay un procedimiento judicial en curso y de que MPK no es todavía la dueña legal del informe. Me dice que no necesitan orden judicial para entrar y repiten que les abramos la puerta para inspeccionar qué pisos están okupados y cuáles no. Sota, caballo y rey, con los agentes un rato. Les explico que  nosotras acabamos de hablar por teléfono con el propietario actual del que esta gentuza se está  aprovechando y que van a perder toda la mañana porque nuestra puerta no se va a abrir ni a matones, ni a policías.

Aparece el conceller del districte con otro técnico del ayuntamiento y la responsable de la Unidad Contra la Exclusión Residencial (UCER).  Explicamos la situación a la gente del ayuntamiento y rápidamente la actitud de la policía frente a las vecinas cambia y dejan de hostigarnos para que les permitamos la entrada y se retiran de la puerta. La calle Alarcon nunca ha estado tan concurrida, no paran de llegar compañeras para ayudarnos a defender nuestras casas. Llegan también los representantes de MPK y se quedan al final de la calle con los mossos un buen rato.  Momentos de confusión, los del ayuntamiento nos trasladan que la policía quiere que nos identifiquemos todas, para que también puedan identificar a los matones. No entendemos por qué necesitan nuestra identificación, no sabemos si es para una acusación particular, ni estamos en un buen momento para tomar decisiones de este tipo.

Poco a poco la cosa se va destensando. Los matones se van y MPK también.

Sabemos que  la solidaridad de nuestras compañeras, que se desplazaron rápidamente para ayudarnos a defender nuestras casas, ha sido y es nuestra mejor baza frente a los planes de MPK y sus secuaces de Desokupa.